A la mala gente, la mínima información

Cualquier comentario puede ser utilizado en tu contra en su presencia. Por lo tanto, puede que la mejor estrategia sea darles la mínima información.Investigación_JorgeReyesFlickr

Es una prueba para cualquier persona bien intencionada lidiar con una que no lo es.

Primero, porque parte en desventaja: su confianza no le permite ver la estrategia de la otra parte y tiende a pensar que, al igual que él, la otra persona no tiene mala intención, pero sí, la tiene. Es más, le saca años de ventaja a la hora de pensar y darle vueltas a la cabeza sobre cómo hacer daño a los demás. Sí, todo ese tiempo que pierdes pensando en proyectos que ayuden a tu comunidad y a tu progreso, ellos lo han invertido en pensar en cómo sacar partido a los puntos débiles de otras personas.

Segundo, la capacidad de reacción que tienen los bien intencionados no está entrenada. Al no compartir esa esfera oscura y laberíntica llena de espinas, se sienten extranjeros cuando los malos les llevan a su terreno. No es que hayan puesto una trampa y te topes con ella, es que su vida está orientada a poner trampas mientras que la tuya está orientada a abrir caminos. Es un enfoque completamente distinto.

Entonces, ¿para qué compartir información con esas personas? Mejor, creo, es parecer un misterio, sorprenderles, no caer en sus trampas porque ya saben que tú tienes un camino pero no saben dónde está. Y eso les jode.

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