Con indumentaria naranja, barba, sin levantar la mirada del suelo… Así se ha presentado ante la jueza, el monstruo de Cleveland.
Ariel Castro se ha declarado no culpable los 300 cargos por secuestro y violación de las tres jóvenes: Amanda Berry, Gina de Jesús, y Michelle Kinight.
Durante una década, el estadounidense de origen puertorriqueño retuvo, violó, y maltrató a las tres jóvenes, con una de ellas, incluso, llego a tener un hijo.
El final del suplicio
El 6 de mayo pasado, Amanda Berry consiguió escapar y facilitó el rescate de sus otras compañeras de cautiverio. A día de hoy, las jóvenes siguen recuperándose de su secuestro en la casa de los horrores en la que Castro había convertido su domicilio.
¿Pena de muerte?
La fiscalía ha afirmado que la investigación sigue su proceso para reunir pruebas que permitan solicitar la pena de muerte. El abogado de Castro ha afirmado que tratará de evitar esta pena a su cliente.