«El Elemento». Un día, ese maravilloso libro cayó en mis manos. No era fruto de las «coplillas» de un optimista compulsivo que alcanzaba sus sueños sólo deseándolos. Se trataba de una reflexión que te invitaba a la acción, a la reflexión, a ser consciente de qué era aquello que realmente movía tu corazón… y luchar por ello.