Se acabó. Muchos de mis compañeros, entre los que me encuentro, abandonamos Intereconomía TV. Los problemas por los que atraviesa el grupo son conocidos: creo que no hace falta que indague más en ellos . Pero sí os quiero transmitir algunos aspectos que no lo son tanto.

Entrevista en la Agencia Espacial Europea para Business TV

Respeto a mis principios:

Desde el primer día que entré en Intereconomía dejé muy claro que la política nacional sólo me interesa como ciudadano pero como periodista nunca he querido tocarla. Tuve la suerte de que me llamaron para trabajar en Business TV especializada en economía pura y dura, pero siempre didáctica.  Después, cuando pasé a trabajar a Intereconomía TV, hablé de emprendedores y de ciencia en una primera etapa, luego de Internacional en la segunda y última. Siempre, siempre se respetaron mis principios. Mis jefes confiaron en mi estilo y punto de vista y sabéis que les tengo que decir: Gracias, porque aprendí mucho con todos ellos.

Compañeros:

No os lo podéis imaginar. Veteranía y juventud se mezclaban a la perfección en uno de los mejores equipos en los que yo he tenido la suerte de trabajar como periodista: el de Business TV. Y lo mismo puedo decir del de Intereconomía, gente fantástica con la que he disfrutado y peleado incluso en los momentos de mayor penuria económica para nosotros, que al fin y al cabo teníamos que resistir con nuestras cuentas… «desenchufadas de las»… corrientes (o sea, de las nóminas).

Condiciones laborales:

De las mejores que he tenido hasta ahora, salvo, obviamente, cuando empezaron los impagos. Gracias a los horarios intensivos que teníamos he podido alcanzar mi sueño de ser doctor en Periodismo con 27 años. En estos tres años he tenido tiempo de trabajar a tope pero también de seguir formándome. Y muchos de mis compañeros y jefes (ellos saben a quiénes me refiero) me han apoyado en ese camino con su comprensión.

De los que no conocí

No puedo hablar. Se que se han tomado malas decisiones y que los trabajadores somos siempre la parte más débil de la cadena. Pero no conocí a los autores de tales decisiones así que no voy a amontonar nubes en búsqueda de tormentas ni en sus cabezas ni en la mía.

Por tanto, gracias

Gracias por haberme dado la oportunidad, gracias por toda la gente que he conocido, gracias por todos los buenos profesionales de los que he aprendido y gracias por ayudarme en mi crecimiento personal. Es una pena que el «casi» vaya a dejar un recuerdo agridulce, pero ante todo el agradecimiento.