Me llega un mensaje de un lector del blog. Está dolido porque cree que ciertas personas sólo le preguntan por su vida para compararse con él. Al principio no le daba importancia pero ahora ha descubierto que eran preguntas malintencionadas.

Querido lector, cuando la gente se compara contigo es porque está desorientada, su felicidad no emana de su interior sino de su comparación con otras personas. Por tanto, el problema no es tuyo, es suyo.

En mi opinión, las personas que se comparan demasiado necesitan fortalecer su autoestima y plantearse objetivos en la vida para ser felices y útiles sin depender de lo que hagan los demás. Porque si no, ¿qué van a hacer cuando les empiece a ir mal? ¿con quién se van a comparar cuando ya no puedan hacerlo contigo? ¿Comparar su riqueza con la de Jeff Bezos o Paris Hilton, su inteligencia con la de Elon Musk o Marie Curie, su poder de influencia con el de Donald Trump, sus curvas con las de las Kardasian?…

Para ti puede ser molesto, pero date cuenta de que es simplemente una molestia. Si tus objetivos están claros, tu vida está bien orientada, te satisface lo que haces, eres útil, quieres ser una persona con una experiencia de vida única, genuina y genial más allá de lo que piensen otros… Si eres así, y por lo que me escribes lo creo, no tienes de qué preocuparte: el largo plazo es tuyo. Ellos seguirán perdidos.