Las palabras de Antonio Banderas, en la gala de los Premios Goya 2015, me atraparon desde el primer minuto. Desde la primera línea sabía que lo que estaba escuchando, no sólo me interesaba, sino que estaba en línea con muchas de las reflexiones que tanta gente nos devuelve el oleaje de nuestros pensamientos continuamente. Tenía que escribir algo sobre ello, sobre el dulce sabor del caos y de la incertidumbre.
