Había bajado del tren con una enorme alegría. Las jaulas vacían quieren decir que la bolsa ha quedado llena. Al menos servirá para pasar mejor lo que queda de invierno y quizás para seguir alimentado a esas aves tan agradecidas que se han dejado montar en un tren, recorrer centenares de kilómetros y ser cambiadas por el imprescindible dinero que cubre el precio del mercado de la gran capital.
