El déficit, un dolor de cabeza, que se hace más intenso si miramos la deuda de las Comunidades Autónomas. Para el semanario británico, en una España con 17 gobiernos regionales que representan el 37% del gasto público es muy difícil cumplir los objetivos.
El Gobierno no llegará al 6 por ciento marcado, según el Semanario. Además, se enfrenta, según la publicación a dos problemas adicionales: que aflore más deuda en las comunidades donde se produzca un giro político tras el 22-M, y que los gobiernos autonómicos se rebelen.
Analiza el caso de Cataluña, y citando al Consejero de Economía catalán, Andreu Mas,-Colell, asegura que la segunda mayor región tras Andalucía, podría negarse a cumplir con el techo de gasto fijado por el ejecutivo, ya que sólo, dice, está dispuesta a recortar su gasto un 10 por ciento, cuando sería necesario el 20. Esto añadiría un cuarto de punto del PIB al déficit del Estado.
El semanario se pregunta qué ocurrirá si más regiones se rebelan, si esto añadiría tensión a los mercados de deuda, y en qué situación quedarán los servicios públicos que asumen las autonomías. Para obtener respuestas, The Economist se remite a las próximas elecciones autonómicas y municipales.