Grecia no sólo puede perder los 8.000 millones que iban a llegar inmediatamente a Atenas sino el respaldo de la Unión Europea y del FMI. La reunión Merkel, Sarkozy, Papandreu ha terminado con serias amenazas para Grecia.
Ni un euro más para Atenas sino cumple el plan de ajuste. Para la canciller alemana Angela Merkel comprometerse con los acuerdos del 27 de octubre es una cuestión de solidaridad con el resto de miembros y además el referéndum se debe reducir a dar un sí o un no a la continuidad en el euro. Para el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Grecia se juega su progreso dentro de la Unión Europea:
«Los europeos y el FMI no pueden provisionar el pago de la sexta entrega del programa a Grecia a menos que Grecia adopte el paquete completo de medidas aprobadas el 27 de octubre y a menos que todas las incertidumbres derivadas de la consulta popular se eliminen. Teniendo en cuenta la gravedad de la situación, hago un llamamiento solemne para que se alcance el consenso político. En el fondo, está claro que la cuestión que se plantea es el de futuro de Grecia en Europa.»
«¿Desea Grecia permanecer en la zona euro o no? Esperamos que lo haga, esperamos sinceramente que sí, y vamos a hacer todo lo posible para que esto sea posible.»
Ambos líderes han criticado a Papandreou por poner en marcha la consulta popular sin previo aviso a los líderes. Para Merkel, este anuncio ha desestabilizado la psicología de la zona euro, y no quiere que ocurra lo mismo con el euro, cuya fortaleza es una prioridad, con o sin Grecia, ha dicho. Las arcas griegas se enfrentan ahora a un gran problema. El FMI y la UE han bloqueado la ayuda porque necesitan garantías que un referéndum no puede dar. Adelantarlo al 4 de diciembre es la respuesta de Atenas para eliminar la incertidumbre cuanto antes.