Habéis oído hablar de Lean, de Scrum, de Cuadros de Mando Personales y de miles de siglas extrañas para emprender, manejar vuestra marca personal o mejorar la eficacia en vuestro trabajo. El método que hoy os propongo no tiene mucho que ver con ellas: está dedicado a identificar detalles endiablados que te pueden jugar malas pasadas. Es el método DP: Detector de Putadas.
Perdonadme vosas mercedes que utilice la palabra que ocupa la segunda sigla de este método. Pero es tal cual.
Ya puedes tener los mejores datos que nunca se hayan dado en tu puesto, haber puesto en marcha iniciativas que nunca antes se habían dado, ya puedes acumular mejores cifras en todas las áreas: los detalles siempre van a estar ahí para fastidiarte.
¿Por qué?
En los detalles está el diablo. Ahí se esconde arrinconado por la materia pura y luminosa. Está agazapado esperando para joderte en cualquier momento, probablemente en el peor. Y son más frecuentes cuando tienes ante tí una tarea que puede parecer corta, manejable pero que tiene que ver con datos delicados que precisamente por ser cifras, no das importancia.
Ese es el problema: que de un primer vistazo no los detectas. Se esconden en los márgenes, en un pie de página, en una nota, en un texto que llega de una tercera parte, en un cuadro, en el último cajón perdido de un excel interminable. Es lo que llamo una Putada.
El Método DP
Bueno, sé que me lo van a copiar todas las escuelas de negocio y que jamás me citarán pero conste que aquí va el «Método DP (detector de putadas)»:
Ante una tarea de este estilo (pongamos que se trata de un texto) propongo pararse un momento y pensar: