El Banco Central Europeo está dispuesto a subir los tipos de interés si aumentan las expectativas de inflación. La preocupación se centra en Libia y en que el alza de los precios del petróleo y de las materias primas acaben por cambiar el guión.

La actuación será rápida y decisiva, ha dicho, el economista jefe del BCE, Jürgen Stark. Si el alza de los precios de la zona euro se traslada a los salarios, y pone en peligro la permanencia de la inflación en niveles cercanos al 2 por ciento, el tipo de interés subirá por primera vez en un año. Algunos miembros del comité ejecutivo de la autoridad monetaria europea han expresado su preocupación porque el alza de las materias primas, y, por tanto, el encarecimiento de los alimentos no sea un fenómeno temporal sino que se extienda en el tiempo más de lo deseado. A ello se suma: el alza del petróleo por las tensiones en el mundo árabe y la violencia en Libia, y la depreciación del euro frente al dólar que encarece la compra de la materia prima. A principios de este mes, el BCE ya mostró su preocupación por un nivel de inflación del 2,4 por ciento, el dato más alto desde octubre de 2008, decidió mantener los tipos, pero advirtió de que podía verse obligado a cambiar de estrategia si los precios seguían subiendo.