Inteligencia artificial en el aula. ¿Cómo perder el miedo?

A base de interactuar con ChatGPT, Gemini y otras tecnologías generativas llegas a varias conclusiones. Entre ellas, que son una herramienta genial como base pero que también tienen fallos tremendos. El miedo te lo quitas practicando pero desde un punto de vista crítico, nunca dejándote llevar por la aplicación de moda.

Me sorprende la proliferación de libros con títulos más o menos parecidos a estos: ChatGPT para profesores, ChatGPT para opositores, ChatGPT para (todo lo que se te ocurra). En las listas de ventas no pueden faltar los titulados: Inteligencia Artificial para docentes, Inteligencia Artificial para opositores, Inteligencia Artificial para (todo lo que se te ocurra).

¿Confiar a ciegas en la IA?

Quizás estos autores confíen demasiado en la Inteligencia Artificial, o quizás estén de acuerdo conmigo en que como base está bien, pero hasta ahí. No lo sé. Mi opinión es que no podemos confíar ni en la información que maneja la IA ni en sus resultados.

Por ejemplo, yo jamás dejaría que un tema me lo escribiera por completo la Inteligencia Artificial. Estaría plagado de errores e imprecisiones, como por ejemplo que Quevedo es un autor renacentista. Dada su perspectiva anglosajona del mundo, tiende a estos desastres.

Además, habría que revisar si están bien las fuentes bibliográficas, si es que las cita. O si es que las ha leído, porque me da la impresión de que Rafael Lapesa, Carlos Alvar, o José Carlos Mainer no están entre sus autores de referencia. Por hablar de investigadores de mi campo, que es la Lengua castellana y la literatura.

IA para tareas docentes… ¿para cuáles?

Lo mismo me ocurre con las situaciones de aprendizaje. ¿Dejar en manos de una máquina algo tan delicado?. Bueno es que me dé ideas, que organice los criterios y objetivos, pero dejar que las diseñe por entero… no va conmigo.

Por eso he escrito el libro: IA en el aula: diez ideas para fomentar el pensamiento crítico.

En sus páginas enseño cómo la IA puede ser una herramienta maravillosa siempre que nosotros la poseamos a ella y no ella a nosotros.

Por cierto, no está centrado sólo en ChatGPT (ya que para mí no es la mejor herramienta ni mucho menos), hablo también de otras como Gemini, Perplexity AI, y Copilot.