La victoria de Hollande podría suponer nuevos aires para la política económica europea. Un contrapeso a la austeridad alemana que los países con más dificultades para crecer apoyarían.
Austeridad o crecimiento. O ambos a la vez. Pero… ¿cómo?. Preguntas que Merkel y Hollande deberán ir resolviendo con diferencias visibles en puntos clave como: el calendario de cumplimiento del déficit, los eurobonos, y un cambio en el papel del Banco Central Europeo para que preste directamente a los Estados.
El socialista encontrará algunos partidarios de introducir estímulos incluso entre los países europeos gobernados por partidos conservadores. El gobierno alemán ha apremiado a Hollande a clarificar su postura en cuanto al pacto de Estabilidad y ha recordado que ya se está negociando un plan de crecimiento para los 27.
El expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ya defiende un eje formado por España, Francia e Italia que proponga, según sus palabras, un proyecto de relanzamiento creíble no sólo basado en la austeridad. Según Prodi, Alemania no lo puede hacer todo sola y Europa debería presentarse ante los mercados financieros como una unidad, al igual que EEUU y China.
La nueva pareja francoalemana tiene ante sí el gran reto de sacar a Europa de la crisis y compartir sus diferentes visiones sobre cómo hacerlo.