Línea de crédito, rescate, ayuda financiera. Cada miembro de la UE ha interpretado a su manera la decisión. Irlanda y Portugal, por ejemplo, quieren renegociar sus condiciones tras conocer el rescate suave a España.
El rescate español ha provocado que en algunos países rescatados como Irlanda, Portugal, y Grecia aumenten los partidarios de renegociar las duras condiciones de sus respectivos rescates. Dublín podría plantearlo en la próxima reunión del Eurogrupo. La oposición portuguesa presiona al primer ministro, Passos-Coellho para que haga lo propio.
En Atenas, algunos analistas temen que los problemas de España sean demasiado grandes, y que Madrid haya demostrado que Bruselas también puede dar dinero sin pedir austeridad. El líder del PASOK, Evangelos Venizelos, habla de medida de seguridad:
En Italia, Mario Monti, se ha mostrado satisfecho, aunque algunos periódicos como Il Corriere della Sera se preguntan si esta ayuda no abocará a España a un deuda pública del 100% del PIB, y, por tanto, a la petición de nuevas inyecciones.
La prensa inglesa es escéptica en cuanto a que esta ayuda resuelva los problemas, pero es una de las actuaciones que venía sugiriendo el primer ministro David Cameron.
En París, se toma como una señal de solidaridad europea, según el ministro de economía, Pierre Moscovici y en Berlín, se considera que España camina en la dirección correcta y que esta ayuda, eliminará las inseguridades en los mercados sobre el sistema financiero español.