El rechazo a las peticiones de dimisión y el reconocimiento de que confíar en Luis Bárcenas fue un error, son los ejes sobre los que la prensa internacional ha enfocado la información sobre la comparecencia del presidente en el Senado.
Wall Street Journal afirma que el presidente no ha frenado “la furia política”, pero, coincide con The Telegraph en que, a pesar de todo, Rajoy se encuentra en una posición política cómoda. A Financial Times le sabe a poco que Rajoy sólo admitiera la culpa de confíar en Bárcenas y critica que utilizara el daño a la imagen de España como ataque a la oposición.
New York Times califica de rara la comparecencia que no sirvió para “influir” a los socialistas. El británico The Guardian considera que Rajoy se mostró más ingenuo que deshonesto. La BBC ve insuficientes las explicaciones de Rajoy para convencer a la ciudadanía. Decepcionantes son para The Independent que afirma que la llegada de agosto suaviza el impacto. Duro se muestra Libération, que acusa a Rajoy, de “odiar rendir cuentas”.
Le Figaro pende de un hilo el poder del presidente: Bárcenas y una última carta en su manga podrían cortarlo, dice. Le Monde recuerda que Rajoy se ha defendido de un caso en el que podría estar involucrado directamente. El rotativo alemán Die Welt, cree que las explicaciones llegan demasiado tarde. En Italia, La Repubblica subraya que fue el presidente el que nombró a Bárcenas como tesorero en 2008.