A pesar de que la Casa Blanca insiste en no hay vencedores ni vencidos, la impresión es que los demócratas han logrado una victoria. Pero ¿es esto del todo cierto?.

Ambos líderes salen perjudicados del cierre del gobierno.

 En contra de la costumbre política habitual de presentarse todos como ganadores, parece que en EEUU tanto unos como otros han perdido.

Vencidos

Sobre todo los republicanos, y más aún los más conservadores: el Tea Party. No han conseguido aplazar o mitigar la reforma sanitaria, que era su principal objetivo. Ante sus votantes han cedido más que los demócratas, ante el resto del público aparecen como los culpables del cierre parcial del gobierno.

¿Vencedores?

  El panorama demócrata tampoco es idílico. Mantienen Obamacare, sí, pero con cambios, acceden a que las aseguradoras puedan rechazar a algunos ciudadanos por bajo nivel de ingresos. La sensación es que han sido intransigentes en la negociación, y podrían haber pasado a la historia como el primer gobierno estadounidense que no pagó sus deudas.

Todos pierden

Los líderes. La popularidad de Obama se encuentra en su momento más bajo. Boehner ha demostrado no poder contentar a un Tea Party que amenaza con dividir el partido. Están muy descontentos porque no han cumplido ninguno de sus tres objetivos: que el Estado pierda peso en la economía, que no siga aumentando la deuda, y que Obamacare no llegara a implantarse.