Hace siete años, parece mentira, la radio perdió una de sus voces más carismáticas. Todos los oyentes perdimos un amigo. No llegué a verle, no pude saludarle nunca, salvo por el hilo telefónico. Fué en Onda Mayor cuando le entrevistamos en la Mayor Tarde, hace ya mucho tiempo. Ojalá pudiera recordar todo lo que hablamos, sé que la historia, el misterio, la radio, el periodismo, fueron algunos de los temas que tocamos, pero, sobre todo, me dejó impresionado por su humanidad, su bondad, su inteligencia, el compartir versos de los Héroes del Silencio como inspiración. Te echamos de menos. Por eso, espero que estos versos libres en tu honor vayan a buscarte allá donde estés.
Versos libres a Juan Antonio Cebrián:
Él era feliz como una lombriz
delante del micrófono.
Supongo que apenas sospechaba
que detrás del auricular
otros muchos compartíamos su felicidad.
Esa voz potente y sincera se empeñaba
en llenar de sueños los sueños,
las noches de misterios,
en alimentar la mente del curioso
que roba horas a la noche.
Su voz recrea aún pasajes de la historia
en mis oídos.
Su voz me trae las espadas, el fuego, el misterio,
heroínas, caballeros, villanos, guerreros poderosos,
leales, tiranos, condenados, científicos…
Un día,
su voz contestó a mi pregunta adolescente:
¿se puede hacer un viaje astral?
Era la sintonía medievalesca la que anunciaba
un nuevo paseo nocturno por la aventura del saber,
la que entraba hacia mis neuronas gritando:
¡Preparaos para imaginar! ¡Allá vamos!
No he dejado de oírle.
No ha quedado en la alacena de la memoria.
No he dejado de leerle.
Está vivo en sus oyentes y en su programa.
Que tu rosa de los Vientos siga llevándote
a aguas tranquilas, a lugares que sacien tus inquietudes,
a Alejandría, a India, a Isla de Pascua…
Allí nos vemos, allí nos escuchamos.
Carlos Fernández-Alameda
20-Octubre-2014
Camino de Ávila a Madrid, escuchando Pasajes de la Historia