España busca apoyo para financiar su deuda en Asia. Altos representantes del Tesoro Público se encuentran en Japón para tratar de convencer a gobierno y empresas de la solvencia de las arcas públicas.
El miedo a un impago griego obliga a los gestores de deuda de los países periféricos a redoblar sus esfuerzos para convencer a los inversores extranjeros.
España ha defendido una mayor integración de los países europeos a la hora de emitir sus bonos. Al menos así, lo ha asegurado desde Japón, Ignacio Fernández-Palomero, subdirector general de Financiación y Gestión de deuda pública, que se encuentra en el país para tratar de calmar a los prestamistas. Ha achacado el ascenso de la prima de riesgo española al miedo al contagio desde Grecia, y ha descartado una ruptura del euro.
Sus palabras se han acogido con prudencia en Japón. El ministro de Finanzas Jun Azumi, ha condicionado el apoyo nipón a la deuda periférica al modo en el que Europa afronte la crisis de griega.
Azumi ha afirmado que vigilarán con prudencia todos los movimientos que lleguen desde Europa y ha solicitado a los gobiernos que sigan haciendo esfuerzos porque ningún país, dice, puede restaurar su salud fiscal con unas instituciones financieras llenas de deuda gubernamental.