Sin duda, la pintora, escultora, y escritora mexicana, Leonora Carrington, puede ser considera un símbolo de huída, de renacentista, de originaria de todo el mundo y de ninguna parte, de surrealista que dudaba de la realidad misma. Sus cuadros inspiran varios capítulos de la primera novela de Carlos Fernández-Alameda (http://www.carlosalameda.com), donde Nima, la protagonista, también trata de escapar de una realidad que se la quiere llevar del lugar al que pertenece: su propio interior creativo.
Aunque ella misma definiera su vida como «aburrida», la verdad es que a nadie se lo parecería.
Nació en Inglaterra en el seno de una familia acomodada gracias al sector textil pero estricta e intransigente. Rompió lazos con sus padres en varias ocasiones: escapó de varios colegios donde desarrolló su aversión a la autoridad, tras su huida a Londres, tras enamorarse de Marx Ernst, después de que la ingresaran en un manicomio en Santander, y definitivamente cuanto sus padres la metieron en un barco rumbo a un psiquiátrico de Sudáfrica y ella se excusó (tenía que ir al lavabo), pero en realidad, fue a la Embajada mexicana, donde logró un permiso para vivir en México, se casó con el diplomático y escritor que le atendió, y una vez en México se volvió a casar y tuvo dos hijos. En el intermedio centenares de obras de arte, esculturas y escritos. ¿Una vida monótona?
En Najjar, dibújame en pólvora, el tío de Nima le ofrece un regalo: un libro sobre la obra pictórica de Leonora Carrington, en el que también se incluyen datos biográficos.
Nima se encuentra, al principio de la obra, en una situación parecida a la de Leonora Carrington adolescente: cohibida por su familia, frenada por una sociedad estricta que no le comprende, y en medio de un conflicto bélico del que no entiende prácticamente nada.
En varios capítulos, los cuadros de Leonora, a los que la propia autora nunca quiso encontrar mucha interpretación, se mezclan en la vida de Nima como si fueran un presagio, un sueño, una pesadilla, un pedazo de vida real, o una secuencia imaginaria. Además, también se hacen referencias a la obra de Remedios Varo, otra emigrada española a México, país que tiene una relevancia muy interesante en la novela, una relevancia inesperada.