Portugal se convierte en el tercer país de la Unión Europea rescatado. Para José Sócrates, se trata de un buen acuerdo que exigirá, eso sí, reducir notablemente el déficit público.
Tres años, más de 78.000 millones de euros, y exigentes objetivos de reducción del déficit. Es el acuerdo al que han llegado el Gobierno portugués, el FMI y la Unión Europea. Para el primer ministro, José Sócrates, se trata de una versión más profunda del plan de austeridad cuyo rechazo parlamentario provocó su dimisión.
No quiere dar más detalles hasta no discutirlo con los partidos de la oposición, pero el país se prepara para reducir este año su déficit del 9,1 % al 5,9 y emprender el camino hasta el 3% exigido para 2013. El rescate no provocará según el socialista el despido de funcionarios, ni impedirá la elevación del salario mínimo, aunque sí admite que se recortarán las pensiones más altas.
Hoy, el Tesoro portugués se cita de nuevo con el mercado con los intereses de su deuda disparados: espera recaudar entre 750 y 1.000 millones de euros en bonos a 3 años. Una nueva vara para medir la confianza de los inversores en el éxito del plan de rescate.