La reestructuración de la deuda griega está más cerca. Los intereses de los bonos griegos se dispararon durante el fin de semana y desde Berlín y Londres se empieza a asumir que Atenas necesitará más dinero.

El bono griego a 10 años alcanzó el viernes un interés del 15 por ciento, y el de 2 años el 24%. Al castigo de los mercados se unieron las noticias aparecidas en el diario alemán Der Spiegel que sugieren la intención griega de salir del euro. Atenas lo desmentía pero desde Berlín fuentes del gobierno de Angela Merkel consideraban la vuelta al dracma como una solución a medio plazo.

El rechazo de Londres

Mientras, el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinou, ha admitido que Grecia ha solicitado ayuda a Bruselas para financiar sus compromisos de deuda. Su homólogo en Londres, George Osborne, se apresuró a asegurar que Reino Unido no pondrá un euro más.

Se espera que en la reunión del Eurogrupo del día 16 de mayo comiencen las negociaciones para ampliar los préstamos a Grecia entre 25.000 y 30.000 millones de euros adicionales además de una suavización del plazo de pago y de los tipos de interés. Es la misma reunión en la que se deberá aprobar el rescate a Portugal, una situación de la deuda europea que para Financial Times, ya hace que la mirada se desvíe a España.