El porcentaje de impago griego era el asunto más polémico y que más ha alargado la reunión. Las negociaciones con los bancos que querían reducir sus pérdidas y los gobiernos que buscan facilitar a Grecia una oportunidad han terminado en empate. Ni el 40 como querían unos ni el 60 por el que apostaban otros.
Finalmente la quita griega ascenderá al 50%. Traducido a los balances de los bancos: unas pérdidas de 100.000 millones de euros. Algo que no contenta del todo a la banca porque la garantía a las pérdidas la pone Grecia, no la Unión Europea como se acordó en julio con una quita del 21 por ciento. El objetivo es que en 2020, Atenas pueda volver al mercado, según la canciller alemana Angela Merkel:
“Es nuestro objetivo, y como habíamos acordado con los acreedores, el endeudamiento de Grecia en el año 2020 debe ser del 120 por ciento. Eso es una condición previa para que Grecia pueda acceder al mercado de nuevo. Hemos acordado una quita del 50 por ciento, en base a un nuevo programa griego, que supone 100 mil millones de euros y 30 mil millones que se añadirán como contribución por parte del sector público».
Unos 30 mil millones que coinciden con el dinero que los bancos griegos necesitarán para recapitalizarse. Así, el nuevo programa de ayuda eleva la cifra total de dinero para salvar Grecia a 239.000 millones de euros. El primer rescate de 109.000 más los 30.000 actuales suman una aportación pública de 139.000 a los que hay que sumar los 100 mil de aportación privada. Para el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, Grecia habría colapsado de no ser por este acuerdo.