La economía europea caerá en una nueva recesión. Así lo opina al menos el Instituto Internacional de Finanzas, que representa a más de 400 entidades financieras. La depreciación de los activos de los bancos seguirá restringiendo el crédito y los ajustes fiscales no permitirán el crecimiento.

La economía europea se contraerá un 2 por ciento en el último trimestre del año. Los ajustes fiscales y la escasez del crédito serán la causa y a la vez la consecuencia porque, según el Instituto Internacional de Finanzas, la nueva recesión de la zona euro obligará a los estados a reajustar sus presupuestos y obtener más ingresos. La débil demanda interna hará que se deprecien más los activos financieros y las entidades se verán forzadas a reforzar sus balances. Por tanto, el sector bancario europeo no abrirá el grifo del crédito y extenderá sus problemas al resto del mundo.

Según el informe de esta agrupación de banqueros que negoció con la Unión Europea la quita del 50% de la deuda griega, este programa de ayuda a Grecia está ‘espantando’ a los inversores de comprar deuda de otros países periféricos.

Critican, por ejemplo, que Italia ha adoptado reformas a un ritmo ‘dolorosamente lento’. Confían en el Banco Central Europeo como única institución que puede apoyar a los países en problemas. Ante estas perspectivas, ¿Cuánto tardará S&P en hacer efectiva su amenaza y revisar a la baja sus calificaciones de deuda?