Acabamos tal cual empezamos. La sonrisa que dibujaban nuestras caras escondía el sentimiento que deja el final de algo tan querido. Buenos Días Intereconomía era un proyecto que comenzamos con muchísima ilusión, en el que hemos volcado nuestro esfuerzo, ganas de pasarlo bien, amor a la profesión, nuestra libertad y lo mejor de cada uno de nosotros.

Éramos un equipo llegado de Business TV bajo la dirección de la gran Irene Cacabelos. Nuestro cometido era aportar un programa matinal de 8 a 10 con frescura, con noticias, con más directos, con más humor. Y sin duda, creo que lo conseguimos. Hemos hecho un programa con ritmo, con fuerza, vivo vivísimo, con la información equilibrada que caracteriza a unos periodistas de especialización económica que no le temen a ningún tema.

Hemos tratado de reflejar todas las opiniones en un contexto especialmente duro para la economía española, pero sin deprimir al televidente. Al contrario, creo que le hemos llamado a la acción, le hemos animado a emprender, a tener curiosidad, a amar la ciencia, el deporte, la cultura….

Pero los finales llegan. Ahora es el momento de recordar las primeras reuniones, los primeros desayunos, lo bien que lo hemos pasado trabajando, las risas que nos hemos echado gracias a todos nuestros amigos, lo compensado e integrado que estaba el equipo, los doblajes más increíbles, las situaciones más disparatadas jamás soñadas en un estudio de televisión… tantas cosas.

He visto ánimo por los nuevos retos en mi equipo, pero también esa lagrimilla por dejar de hacer un programa que nos ha unido aún más. Nunca he disfrutado tanto con un equipo como en Capital y en Buenos Días Intereconomía. Estoy seguro de que vais a triunfar en todo lo que hagais…

Desde mi humilde aportación siempre recordaré esta etapa como una de las emocionantes y bonitas de mi pequeña carrera periodística.

Compañeros, gracias, muchas gracias.