Anoche, fueron el hombro el uno del otro, sus manos se buscaron antes de que el sueño les venciera, durmieron con la palma de los dedos acariciando la cara del otro, convirtieron su almohada en el tacto de un ángel.
Anoche, fueron el hombro el uno del otro, sus manos se buscaron antes de que el sueño les venciera, durmieron con la palma de los dedos acariciando la cara del otro, convirtieron su almohada en el tacto de un ángel.