El primer ministro interino griego Lucas Papademos viaja a Bruselas para negociar el desbloqueo definitivo de los 8.000 millones de euros que salvarían a Grecia de la quiebra inmediata. Los conservadores griegos siguen negándose a firmar un compromiso con las condiciones del segundo rescate.

Papademos viaja a Bruselas con varias preocupaciones: el desbloqueo del sexto tramo de rescate, la negativa del partido Nueva Democracia a comprometerse por escrito con las condiciones del segundo rescate, y la amenaza de huelga de los sindicatos por los planes de privatización de la principal empresa del carbón.

El líder griego mantendrá un encuentro con el presidente de la Comisión, Durao Barroso y del consejo, Herman Van Rompuy. Hablarán de los 8.000 millones que deberían evitar la quiebra de Grecia a mediados de diciembre pero también de las condiciones del segundo rescate de 130 mil millones de euros con las que el partido de Antonis Samaras se niega a comprometerse. Ni siquiera una reunión con la troika ha convencido al líder conservador que cree que sería suficiente con un compromiso verbal de no oponerse a las reformas que ya se están llevando a cabo.

Pero la Unión Europea no sólo exigirá un compromiso a Atenas sino que se pongan en marcha las reformas antes del pago de la ayuda. Algo que podría chocar con las pretensiones griegas de no hacer más recortes en 2012 tal y como prevén los presupuestos que se votarán a principios de diciembre.