Empresarios y sindicatos intensifican las negociaciones para acercar posturas antes del 7 de enero. A partir de ese plazo el gobierno de Rajoy legislará. La moderación salarial se presenta como el principal escollo a resolver.
El gobierno espera un regalo antes del día de Reyes en forma de acuerdo entre sindicatos y empresarios sobre la reforma laboral. Los contactos se han acelerado desde la toma de posesión de Fátima Báñez como Ministra de Empleo pero siguen sin superarse puntos de fricción en materia de salarios y de contratación.
CEOE defiende una moderación salarial cuyo tope cifran los sindicatos en el 1%, en caso de renunciar a los acuerdos para 2012 que situaban el porcentaje entre el 1,5 y el 2,5%. La vinculación a la productividad sigue en el aire, los líderes de CCOO y UGT alegan dificultades para el cálculo pero muestran disposición a ligarlos al IPC subyacente o crear un sistema de salarios fijos y variables.
Tras la congelación del salario mínimo interprofesional el gobierno da a entender que apuesta por la moderación. El otro gran escollo es la contratación. Los agentes sociales negocian sobre la conversión de contratos temporales en indefinidos, y la carga de reponsabilidad pública y privada en los contratos de formación.
Pero los acercamientos también se han consolidado. Sobre todo en dos materias: pasar festividades al lunes para evitar macropuentes, y un pacto sobre el Acuerdo de Resolución Extrajudicial de Conflictos que podría solucionar el problema de la ultraactividad, es decir, de la prórroga automática del convenio en caso de no alcanzar un acuerdo para la renovación. Semana, por tanto, cargada de reuniones.