Por mucho que los bancos centrales lancen estímulos no se solucionan algunos efectos perversos sobre la economía de este tipo de medidas: si los banco no colaboran y ni facilitan el crédito, ni bajan los tipos de interés de los existentes, al final asistimos a un nuevo robo a la clase media: la inflación hace que sus dólares valgan menos y sigan sin notar ahorro en sus hipotecas mes a mes.
THE WALL STREET JOURNAL destaca el final de la huelga de profesores en Chicago que ha paralizado las clases de 350.000 estudiantes. Según el periódico la huelga ha intensificado el debate de cómo se evalúan, contratan y despiden profesionales de la enseñanza en Estados Unidos. Según el acuerdo la evaluación de los profesores se ligará a las notas de los estudiantes y la ciudad podrá despedir a los profesores dependiendo de su rendimiento, no sólo del tiempo que lleven trabajando. Los sindicatos han fracasado en cuanto a reducir el tamaño de las clases.
WASHINGTON POST analiza en un artículo el efecto que tendrá el nuevo QE3 en los hipotecados. La conclusión es que será pequeño, tanto para reducir los tipos de interés como para hacer más accesibles los créditos. Los bancos aseguran que tienen escasa capacidad para dar nuevas hipotecas, pero los consumidores más críticos aseguran que simplemente están maximizando beneficios a costa de los clientes, aprovechando la diferencia entre los intereses que pagan los hipotecados y el que los inversores piden para financiar los créditos.