¿Está nuestra economía ante un nuevo debilitamiento? Los inversores van a medir el efecto del alza del crudo y los malos datos de paro. Portugal y España están muy pendientes también de las decisiones que pueda tomar el Banco Central Europeo. Ayer, Lisboa superaba una prueba más en el mercado, hoy le toca al Tesoro español.

A pesar de que aparece como primer país en la lista de los futuribles rescates y de que las agencias de calificación mantienen sus dudas, Portugal ha vuelto a solventar con éxito su cita con el mercado. Ha tenido que ofrecer a los inversores un tipo de interés ligeramente superior al de las últimas subastas, por una emisión de casi 1.000 millones de euros a corto plazo. En total, este año ya ha acudido nueve veces al mercado para obtener casi 10.000 millones de euros.

Hoy, el turno es de España que también prevé colocar entre 3.000 y 4.000 millones de euros en obligaciones a un interés inferior que el que tuvo pagar en pasadas ocasiones. En concreto, espera un 4,75 por ciento para los de 3 años y un 3,25 para los de cinco. En el mercado secundario, el diferencial entre los intereses del bono español y el alemán se han recortado levemente, a pesar de las dudas de los inversores sobre cómo afectará el alza del precio del crudo a nuestra economía.