Estamos enormemente agradecidos al Instituto Egipcio de Estudios Islámicos por permitirnos presentar en sus instalaciones en Madrid la novela: Najjar, dibújame en pólvora. La cita: el próximo 19 de noviembre en la Calle Francisco de Asís Méndez Casariego, 1, Madrid. Metro: Nuevos Ministerios o Santiago Bernabéu.
Carlos Alameda
Najjar, dibújame en pólvora, un canto contra los peligros del fanatismo
Najjar, dibújame en pólvora es una novela que explora los peligros del fanatismo, provenga de dónde provenga, reflexiona sobre la atracción que ejerce el radicalismo y defiende la necesidad de que dejemos atrás nuestras diferencias para centrarnos en todo lo que podemos construir juntos como humanidad.
Diálogos desde el paro Cap. 6: Hopes and dreams (Esperanzas y sueños)
Acabo de hablar con una persona de esas que sólo una de esas personas mágicas en tu vida puede presentarte. Se llama Philip Griggs y pronto comenzaremos a conocerle en España. Hemos hablado de muchos temas, sobre todo de cómo ayudar psicológicamente a la gente que está en paro. De la conversación extraigo una frase que no siempre tenemos en cuenta «No fears, you have to focus on hopes and dreams». Porque el miedo muchas veces es el enemigo oculto, el que no nos deja pensar más allá.
Calendario de presentaciones de «Najjar, dibújame en pólvora»
Llega uno de los momentos más importantes. Todo el proceso de escritura, corrección y edición culmina con las presentaciones y la promoción del libro. A pesar de que no es estrictamente el oficio de uno, hay que intentar hacerlo lo mejor posible. Además, creo que se puede volcar mucha creatividad en la tarea, así que me encantaría que salierais de las presentaciones con una sonrisa y con ganas de soñar, que para eso estamos los soñadores. Por eso, os he preparado este calendario de presentaciones para que no perdáis detalle.
Diálogos desde el paro. Capítulo 4: Un día más
Hay días en que es necesario abrir nuestro cofre interior, recordar las personas que un día fuimos, y lo que queremos ser. La poesía permite utilizar pocas palabras para que cada persona deje fluir entre sus líneas sus propias ideas y sentimientos. Este corto poema sirve para poco sin la interpretación de quién lo lee. Así que espero que lo disfrutéis. Nunca nos rendiremos. Sigue leyendo
La historia de la familia Najjar
Miles de personas están sufriendo el drama de la guerra. Arrancadas sus raíces por conflictos ajenos a su día a día. Expulsadas de su lugar de origen por intereses de unos pocos. La historia de la familia Najjar, es una historia de superación, de decisiones, de dudas, de conflictos internos manchados por la pólvora de la guerra.
Enredadera de decisiones
Sé que tengo mucho que hacer, pero amiga enredadera de las decisiones, hoy estoy decidido a apartar algunas obligaciones… y darte el plomazo. Porque tengo un incendio en mis venas.
No es fácil llegar a los 30. No es fácil buscar nuevos rumbos. Salir de tu zona de confort continuamente. Y aquí estoy, enredadera de las decisiones, recordando a aquel adolescente que fui un día y que recibió una gran lección.
Frente al abismo de una decisión nos colocamos sin quererlo todos los días. Pero uno es perfectamente consciente de que existen unas cuantas cuya relevancia marcará el resto de su vida.
Recuerdo la tienda de recuerdos. Recuerdo mi mano temblorosa señalando el regalo con escoba y bola de cristal que iba a predecir el futuro de un modo extraño. Al pagarlo, el tendero me dio una gran lección. Hoy piensas que te casarás con ella, ¿verdad?. Muy ufano contesté: ¡Sí!. La mirada del comerciante se torció un ápice y comentó: ¡Anda que no te queda! ¡Puede ser la primera pero seguro que no será la única!
Ese mismo año su teoría se confirmó. La vida giró bruscamente y acabó con mis planes en centésimas de segundo... (En realidad esas centésimas se te hacen un poco largas cuando eres adolescente…. para qué engañarnos). Hoy la enredadera de las decisiones lleva soportando hipótesis casi dos años.
Con 27 oí la voz: ¡Escribe! Y obedecí. Desde lo más profundo de mi corazón. Escribir con corazón, ahora más que nunca. Hice de esas palabras mi lema personal. ¡Vale! ¿Y qué tiene que ver esto con lo anterior?
Hoy no compro un regalo. Compro una idea de lo que me gustaría que fuera mi futuro. Creo que estoy eligiendo bien, que las características de lo que busco están cuadrando, y vuelvo a caer en el error: Creo que de esa decisión dependerá el resto de mi vida. En realidad, no sé si esto me lo está diciendo la enredadera o es una vocecilla casi imperceptible que se ha colado en mi tímpano y no quiere despertarme…
Y me palpita el corazón frente al abismo, y mis venas se llenan de fuego, están en combustión porque mi sangre es hoy gasolina. Sólo cuando las olas rompan contra las rocas con la fuerza del presente podré saber qué ocurrirá con esta llama.
La rebelión interna que dice: escribe
Lo confieso, soy cobarde. ¿Puede que también me hayan hecho cobarde? ¡Qué importa! Es lo que siento. La dificultad de «deber ser» mil personas en una para encontrar unos ingresos estables que permitan seguir presionando teclas, poniendo en marcha neuronas para construir algo que merezca la pena con los lectores.
Encontrar tu elemento. Ya lo sé, me siento en el paraíso con un teclado y buenas lecturas a mi alrededor, apuntando en las notas de un móvil algo que me llama la atención, recordando conversaciones con amigos, sentimientos que se desprenden de las historias que me cuentan, con la intención de reflejar esas ideas de alguna forma en nuevas páginas.
Pero hay que dar de comer al cerebro. Es una pequeña incomodidad.
Fijaos en este razonamiento. ¿No os suena mucho a pensamiento único? «Hay que dar de comer…» Es una frase que lleva implícita una idea que es dinamita pura: escribiendo no comerás, primero busca un trabajo serio, luego filosofa. Cuántos actores y artistas han oído esto.
Pues mi cuerpo me pide marcha, me pide rebelión. Las ideas se han agolpado en la puerta de mi Parlamento Neuronal, llevan estacas, antorchas de fuego, y pancartas con un mandato: ¡Escribe!. Vienen dispuestas a prender fuego a todos los grupos neuronales que votan en contra del arte, que se apoltronan en sus sofás de cuero esperando la llegada de un rescate, que ante la moción de censura que hierve por dentro contra ellas están dispuestas a decir: ¡No!.
Son bellas, valientes, fuertes y vienen con el corazón palpitante porque tienen mucho que decir. Están a las puertas. Siento el calor de sus antorchas como una brizna de aire seco de agosto resbalando por las mejillas. El corazón palpita muy fuerte, se dilatan sus vasos, sube el torrente sanguíneo… Están a las puertas… y ¡se me ha caído la llave de la emoción!. Recoger rápido, introducir, girar, abrir…
Versos libres en homenaje a Adolfo Suárez
Versos libres a Suárez
La memoria le robó disfrutar del final.
Todos honran hoy al que fue traicionado
y al mismo tiempo respetado, querido.
Cuatro palabras encerraron su promesa:
las dio vida.
Su mirada segura, tranquila, transmitió la confianza
a las dos orillas del abismo
que bajo su ánimo aglutinador
decidieron tender puentes para construir el gran experimento:
la democracia española, poder elegir.
El pueblo lo hizo, usted lo facilitó desde las entrañas
del monstruo.
Cuando la criatura volvió a abrir sus fauces
usted no se inmutó porque no le dio la gana,
porque usted era el presidente,
porque nadie puede imponer con las armas
lo que las urnas condenan.
Porque sus palabras volvieron a fundir las armas
que le apuntaban, quizás temblorosas,
cuando en largas horas encerrado en un despacho del Congreso
volvió a demostrar que la palabra es la que abre caminos,
la que moja la pólvora y la deja sin utilidad.
Lleva años sin recordar,
pero su espíritu, impregnado de saber y de secretos,
quizás hoy haya echado la vista atrás
y, ante la mirada de los amigos,
ante el abrazo de un Rey,
de un vecino,
de cualquier ciudadano;
sienta: lo que tratamos de construir, lo construimos entre todos,
con el ejemplo de todos.
Cunda su ejemplo.
Autor: Carlos Fernández-Alameda
(Derechos reservados bajo SafeCreative.org, para su reproducción, ponerse en contacto con el autor en el correo alamedos @ gmail.com)
Imprimiendo kilómetros en un instante
El tiempo ha saltado de folio en folio mientras llegábamos a la primera meta. Siempre existe la sensación de que podemos mejorar lo escrito. Pero el momento está ahí, mirándonos frente a frente y animándonos a bajar a la imprenta. Las máquinas procesarán la información como si para ellas no existiera, pasarán las líneas por su engranaje sin ningún significado, convertirá tus bits en folios llenos de signos en blanco y negro. Pero cuando la espiral atraviese el borde de los folios y la portada encabeza la consecución de líneas que has preparado con tanta dedicación… Todo adquiere un nuevo sentido: tus pensamientos harán kilómetros en un instante.







